En la región sur de los Andes argentinos, el Parque Nacional de los Glaciares nos muestra un entorno alpino de extraordinaria belleza e increíbles contrastes donde las magnificentes fuerzas de la naturaleza se muestran en todo su esplendor. Las más de 400.000 hectáreas de terreno que conforman este extraordinario Parque Nacional albergan increíbles paisajes de agua y hielo y majestuosas cumbres coronadas por nieves perpetuas en las que habita una amplia diversidad de flora y fauna. Este ecosistema único constituye uno de los destinos turísticos más visitados de Argentina, en el que los viajeros pueden disfrutar de entretenidas caminatas e interesantes actividades al aire libre.
El Parque Nacional de los Glaciares recibe su nombre por los más de doscientos colosos de hielo que alberga, y que derivan del campo glacial de la Patagonia, una de las superficies de hielo más extensas del mundo, solo superada por la Antártida y Groenlandia.
El más relevante de todos ellos, ya que es el único que actualmente no se encuentra en retroceso, es el Glaciar Perito Moreno, uno de los glaciares más espectaculares de la región andina. El frente de esta gigantesca mole helada avanza constantemente sobre el agua del Lago Argentino, donde el agua se filtra entre sus grietas haciendo que se desprendan grandes fragmentos de hielo que, al precipitarse al lago generan altas columnas de agua y espuma, dando lugar a uno de los espectáculos naturales más impresionantes de la tierra.
Aunque el Glaciar Perito Moreno es el más visitado, también destacan por su tamaño los glaciares de Upsala y Viedma, cada uno con una extensión de casi 600 kilómetros.
El Parque Nacional de los Glaciares alberga también escarpadas cumbres de gran altitud y nieves perpetuas, lugar ideal para la práctica de deportes alpinos. Uno de los más famosos es el pico Fitz Roy, con sus 3.375 metros de altitud, aunque también encontramos otras cumbres relevantes en el área, como el pico Torre, que también supera los tres kilómetros de altura, todos ellos enmarcados en la cadena montañosa de los Andes.
Esta región también es un importante destino para el turismo internacional gracias al casi medio centenar de lagos glaciares que salpican las imponentes montañas y cerros, formados durante la era Cuaternaria mediante el avance de los milenarios glaciares. El más importante y bello de todos ellos es el Lago Argentino, que nace de la confluencia de tres glaciares que nutren sus aguas con el continuo desprendimiento de bloques de hielo. También destaca el Lago Roca, un lugar perfecto para la pesca.
Esta región de bosque y estepa alberga numerosas especies de animales y plantas. Destacan mamíferos como los guanacos, antecesores de otras especies americanas como las llamas y las alpacas, y que guardan un razonable parecido con los camellos. Los guanacos son los animales emblemáticos de esta región, ya que son el ganado doméstico de los habitantes de la zona desde tiempos de los aborígenes, cuando eran muy preciados por sus pieles y su carne.
En esta zona también habitan diversas especies en peligro de extinción como el huemul, una especie de ciervo, el huillín, similar a una nutria, o simpáticos roedores como el chinchillón austral.
Pese a las frías temperaturas, las zonas bajas son ricas en especies vegetales arbustivas como el chilco, también denominado fucsia, cuyas características y llamativas flores sirven de alimento a diversas especies de graciosos colibríes. Por el contrario, en las zonas de nieves perpetuas la vegetación escasea, aunque es posible encontrar una especie de algas extremófilas capaces de sobrevivir sobre el hielo, otorgándole a éste un color rosáceo.
En cuanto a las aves, el cóndor de los Andes es el rey de los cielos. Este impresionante pájaro, que puede llegar a medir hasta tres metros de envergadura, es conocido por las espectaculares danzas de cortejo que realiza durante su época de apareamiento, que tiene lugar en julio y agosto. En la zona también es posible avistar otro tipo de aves como ñandúes, patos de los torrentes o halcones de Kleinschmidt. Se han catalogado más de 100 especies avícolas en esta zona, algunas de ellas endémicas y otras migratorias.
Además de los increíbles paisajes y la diversa y curiosa vida vegetal y animal, el Parque Nacional de los Glaciares es un lugar de gran interés antropológico y cultural, ya que en él fueron hallados numerosos restos arqueológicos y paleontológicos que nos han permitido conocer las costumbres de los antiguos habitantes que poblaron estas zonas desde épocas prehistóricas. De este modo, los estudios arrojan que la zona del Parque Nacional de los Glaciares estuvo poblada hasta la llegada de los colones españoles por la tribu indígena Tehuelchian, una tribu cazadora y recolectora cuya economía se basaba en la explotación del guanaco.
